martes, 7 de enero de 2014

SAGA LOS JUEGOS DEL HAMBRE: SINSAJO (3/3)



Vuelvo a aclarar: voy a separar esta reseña en cuatro puntos: «de qué se trata», «opinión personal», «nota» y «conclusión final». Sólo «opinión personal» tiene spoilers; el resto pueden leerlo sin problemas si no leyeron ya el libro. Están avisados!

GÉNERO: Distopía, Aventuras.

AUTOR: Suzanne Collins.

PERSONAJE FAVORITO: Peeta, Johanna.

PERSONAJE ODIADO: Snow, Coin, Madre de Katniss, Gale.

DE QUÉ SE TRATA:
Finalmente, la chispa iniciada en los primeros Juegos ha hecho que estallara la revolución. Todo Panem está en guerra con el Capitolio y Katniss, maltrecha y psicológicamente afectada por los eventos de los últimos Juegos, es la luz de esperanza de la guerra. Tiene que convertirse en el Sinsajo y liderar la revolución. Su vida y la de todo Panem depende de ello…

OPINIÓN PERSONAL:
Para el que llegó al final del segundo libro, sabe que necesita sí o sí el tercero. Esa frase final del “No hay Distrito 12” es tan chocante que uno necesita inmediatamente el tercero si no quiere volverse loco de angustia. Por suerte, yo lo tenía. Bueno, al menos su versión digital.
La revolución ha comenzado y Katniss es el Sinsajo. Bueno, al menos lo sería si tuviera el porte o la lucidez para hacerlo. Pero después de los últimos Juegos, a Katniss se la cataloga como «mentalmente inestable». ¿Por qué? El golpe con el campo de fuerza la ha dejado atontada. La destrucción del Distrito 12 y el conocimiento de que el Distrito 13 aún sigue en pie la han golpeado anímicamente. Y la pérdida de Peeta a manos del Capitolio la ha dejado en una depresión profunda.
Katniss ha sobrevivido una vez más y es la cara de la revolución… pero no se siente para nada como el Sinsajo. Una vez más, Katniss debe actuar para las cámaras, esta vez para los miembros distantes de la revolución, y llevar un mensaje de lucha y esperanza. ¿Pero cómo hacerlo cuando ella no tiene ninguna de las dos cosas?
Mientras Peeta, Johanna y Annie —el amor de Finnick— están siendo torturados en el Capitolio, Katniss trata de encontrar la manera de recuperarse y ser la guía que la revolución necesita. Comienza a entrenarse y a ser de utilidad, pero todos saben que no será demasiado sabiendo que cada cosa que haga repercute en Peeta y los demás.
Haymitch desarrolla un plan de rescate y Peeta, Johanna y Annie regresan con ellos. Pero Peeta recibió algo más que unas cuantas torturas. Está completamente desquiciado, hasta el punto de que quiere matar a Katniss. Es que Snow ha hecho que le lavaran el cerebro y le hicieran pensar que ella es una amenaza, un muto.
Katniss, decidida a alejarse de todo, arma un grupo con Gale para atacar el Capitolio de una vez por todas. Pero Coin, la directora del Distrito 13, ha ordenado que Peeta se una al grupo de Katniss, teniendo que mantenerlo bajo vigilancia y ideando el juego de «real o no real» para que Peeta aprenda a reconstruir su realidad.
Katniss, Peeta, Gale y Finnick entonces se embarcan al Capitolio, que se convierte en otro escenario de los Juegos, donde tendrán que pasar decenas de peligros para por fin liberar a Panem. Pero las consecuencias serán catastróficas. Varios mueren en el camino, incluido Finnick, y lo que pone el final de la guerra es la estrategia de Coin de poner a Prim y una decena de niños como cebo para morir bajo un bombardeo y así Panem alzarse todos contra el Capitolio.
Finnick y Prim mueren, Peeta está loco y Gale es el responsable de la creación de las bombas que mataron a Prim. Katniss entra en un estado catatónico donde comienza a alucinar y finalmente se le da el privilegio de matar al capturado Snow. Pero cuando entiende que fue Coin quien ordenó el ataque sobre su hermana, Katniss la mata a ella en cambio.
Loca de tristeza y paranoia, Katniss es regresada al Distrito 12 donde, junto a un semi-recoperado Peeta, comienzan a reconstruir una vida en un nuevo Panem.
¿Qué nos deja esto, además de un gusto totalmente amargo? Primero, que en las guerras, los inocentes son los primeros que mueren y los que más sufren. Segundo, que en los juegos de poder, las traiciones abundan. Tercero, que la corrupción y las ansias de poder pueden someter y destrozar cientos de vidas.
Los Juegos del Hambre, como saga, demuestra el afán del ser humano por destruir. El sabor amargo es porque esta historia no tiene un final feliz, no en realidad. Aunque Katniss y Peeta terminan juntos y vivos, como todos esperábamos, no es para nada un final feliz. Y esta historia realmente no podía tenerlo. No habría sido un cierre acorde a toda la trama.
Lamentamos la suerte de Peeta y vemos su estado más loco; Katniss nos lleva al borde casi del odio y la compasión —su inhabilidad para expresar emociones o definirlas te saca de quicio—; aunque al principio contamos más con Gale que en cualquier libro y admiramos como rescató a varias personas del Distrito 12, su sed de sangre y ganas de sacrificar a inocentes demuestra que no es mejor que el Capitolio, que sólo quiere venganza; y Finnick es uno de los pocos personajes que se rescatan, teniendo una muerte mucho más que trágica.
En resumen, Sinsajo no es el final esperado ni agradable, pero, si se medita, es uno de los pocos finales con sentido —sin tomar al lector por estúpido— que se podían haber elegido. Deja un sabor amargo, pero, lamentablemente, así es la raza humana.





CONCLUSIÓN FINAL:
Cierre de la trilogía, la verdadera revolución, la fuerza de los protagonistas y las tragedias de la guerra. A la altura de las expectativas.

YO…
LEERÉ EL SIGUIENTE?: -
LO COMPRARÉ?: Sí.
LO RE-LEERÉ?: Sí.
LO QUEMARÉ?: Nunca.
LO EXORCISARÉ?: Nunca.

RENOMBRADO COMO: Traumada.
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