Vuelvo a aclarar: voy a separar esta reseña en cuatro
puntos: «de qué se trata», «opinión personal», «nota» y «conclusión final».
Sólo «opinión personal» tiene spoilers;
el resto pueden leerlo sin problemas si no leyeron ya el libro. Están
avisados!
GÉNERO: Erótica, Romance.
AUTOR: E. L. James.
PERSONAJE FAVORITO: Kate.
PERSONAJE ODIADO: Christian.
DE QUÉ SE TRATA:
Anastasia es una estudiante de
Literatura que está a punto de graduarse. Su vida es normal y tranquila,
inocente y falta de emociones hasta que conoce al millonario Christian Grey,
presidente de una compañía. Poco después de hacerle una entrevista para el
periódico de la universidad, Christian comienza a perseguirla hasta cautivarla
y Ana se verá explorando pasiones y dolores que nunca creyó posibles…
OPINIÓN PERSONAL:
Todo el mundo está hablando de este
libro y a pesar de desagradarme el tema que trata (la relación sadomasoquista),
me propuse leerlo para ver por qué tanto escándalo. O sea, este libro superó en
ventas a Harry Potter —mi saga
preferida—, iniciando como un fanfiction
de Crepúsculo —mi saga más odiada—.
Es, en definitiva, alarmante.
Pues bien, desde el inicio esperaba
encontrarme con un libro vomitivo en su temática y redacción. Pues tuve que
aceptar que está mejor escrito que su madre, Crepúsculo, o al menos pasó por un corrector y un editor antes de
publicarse, cosa que definitivamente le falta a la saga de vampiros. Sin
embargo, no esperen demasiada complejidad en la redacción.
Las similitudes con Crepúsculo son más que obvias: la
protagonista torpe, sin mucha vida tanto amorosa como sexual, totalmente idiota
que se desvalora y se considera incapaz de ser amada; el caballero —que tiene
poco de serlo— impecable, de belleza superior a un dios griego —palabras de la
autora—, más rico que Bill Gates —de nuevo, palabras de la autora—, con enormes
trastornos psicológicos y de personalidad, que toca increíblemente el piano
—¿este instrumento les suena?—. La madre lejos y con marido nuevo. El padre
cerca y de carácter reacio que le gusta la pesca. Y todos le quieren dar a
Bella, perdón, digo Ana.
Entonces, digamos lo bueno primero
—ya que es lo menos—. Es llevadero y de fácil lectura. Te mantiene atrapada por
momentos. Hay personajes que valen la pena que existan —Kate, Ethan, el hermano
de Cristian—. Ana no es tan estúpida como Bella, tiene un poco más de
personalidad, un poco más de respeto a sí misma y dentro de todo tiene
contestaciones que son graciosas. Todo obviamente comparado con Bella, que no
tiene ni una pizca de amor propio. Ah, y Ana tiene amigos.
Lo malo. Uy, ¿por dónde empezamos?
Todos quieren darle a Ana, como si fuera una especie de diosa que se bebió
entera la poción de amor nº9. Ella es reacia al contacto humano masculino
excepto por Cristian. Nadie le viene bien excepto Cristian. Es la típica
historia de amor a primera vista vacía, porque ya está enamorada de él antes de
conocerlo mucho. Todo lo que ve en Cristian le entra por los ojos —y por otro
lado— pero en lo que es la personalidad de Cristian tiene más quejas que
virtudes. Es una mina que dice valorar su virginidad pero está dispuesta a
perderla con un tipo que apenas conoce hace una semana. Y tiene un orgasmo
impresionante cada vez que está con él, lo que suena más extraordinario de
todo.
Esa es la parte de Ana y la historia
de amor/sexo. Porque, la verdad, es más sexo que otra cosa. Por la parte de
Cristian: a la semana de conocerla, ya está dispuesto a cambiar su rígida vida
personal —algo extraño cuando llegamos a conocerlo y vemos que es estricto
hasta el hartazgo—. Es manipulador, mortalmente celoso, un freak del control absoluto y inquietantemente acosador. Dentro de
lo bueno que puede salvarse es que es esporádica y brevemente cariñoso y
gracioso, y tampoco para tanto. ¿Ven porque les digo que Cristian a Ana le
entra por los ojos y otro lado? Porque aparentemente es el hombre más lindo y
rico del planeta y excelente en el sexo. O sea que, Ana, sos completamente
superficial. Y Cristian es tan acosador y temperamental que roza la paranoia e
infunde bastante miedo.
En cuanto a la relación amorosa de
ellos en sí, tenés que leer al menos 100 págs para llegar a su primera relación
sexual, lo que en realidad no es mucho tiempo para ellos. Desde el principio
Cristian quiere mantenerla a su lado, a pesar de que le muestra su Cuarto Rojo
—habitación totalmente equipada para sus juguetes sexuales y sadomasoquistas—.
Al menos Ana tiene la decencia de espantarse, pero considera ser su juguete
sexual. El resto del libro está repleto de las vicisitudes de Ana, los
trastornos psicológicos de Cristian y cambio de temperamento y sexo, sexo,
sexo. Cristian está dispuesto prácticamente a hacérselo en cualquier lado, y mientras
nos vamos acercando al final ya encontramos sus encuentros candentes cansadores
y hasta rozando lo repugnante.
Las exigencias de Cristian son
básicamente hacer lo que él manda y someterse totalmente a su juicio. Y hay que
estar loco para aceptar eso. Por suerte, Ana se resiste y no es hasta que
Cristian tiene más deseos de tenerla a su lado que de «castigarla» que la cosa
empieza a tener un mejor sabor… hasta que todo se pudre. Con las promesas de estar
juntos e intentar tener más, Ana experimenta lo que es un castigo de
Cristian y ahí comprende que no puede tener esa relación con él. Ahí es
realmente cuando uno respeta a Ana, si es que se la puede respetar luego de que
se dejó dar seis cinturonazos. En Cristian uno se compadece cuando se ve lo
destrozado que queda con la despedida de Ana. Pero todo esto sucede en las
últimas 5 págs. Por lo tanto, uno tiene que bancarse antes 370 más de toda la
anterior porquería que mencioné, con los estúpidos pensamientos de Ana, que
tiene un claro desorden de personalidad también entre ella, su diosa interior
—que te harta— y su subconsciente en pelea constante. Y sus tics como morderse
el labio y dar vuelta los ojos, que tanto excitan a Cristian, ya daban ganas de
azotarla uno pero con el ánimo de lastimarla en serio.
El momento más exasperante: cuando
los niveles de acoso de Cristian llegaron al punto intolerable de interrumpirle
las vacaciones con la madre —que se había tomado justamente para alejarse de
él— para «follarsela» indispuesta. ¿En serio?
Kate salva un poco la novela como
chica que sí tiene auto-respeto, no se deja embelesar y estupidizar por la
belleza ni riqueza de Cristian y es capaz de defender a sus amigos con uñas y
dientes. No se puede decir lo mismo de Ana.
CONCLUSIÓN FINAL:
A pesar de todo lo dicho en la reseña, es un libro de fácil lectura,
entretenido por partes y hasta gracioso en otras. Los personajes principales
logran sacarte de quicio pero son los secundarios lo que hacen que aportes un
poco de respeto a la historia. En cuanto al erotismo, es explicito pero un
tanto exagerado para mi gusto, irreal y repetitivo.
YO…
LEERÉ EL SIGUIENTE?: Nunca.
LO COMPRARÉ?: Nunca.
LO RE-LEERÉ?: Nunca.
LO QUEMARÉ?: Sí.
LO EXORCISARÉ?: Totalemente.
LEERÉ EL SIGUIENTE?: Nunca.
LO COMPRARÉ?: Nunca.
LO RE-LEERÉ?: Nunca.
LO QUEMARÉ?: Sí.
LO EXORCISARÉ?: Totalemente.
RENOMBRADO COMO: Cincuenta sombras de mierda (50 Shades of Shit).
TE GUSTARÁ SI LEISTE: Crepúsculo.
Nunca mejor dicho como lo dicho en esta reseña. 50 sombras no es más que una muy buena movida de marketing.
ResponderEliminarMe gustan estas reseñas.
Nunca mejor dicho como lo dicho en esta reseña. 50 sombras no es más que una muy buena movida de marketing.
ResponderEliminarMe gustan estas reseñas.