jueves, 29 de enero de 2015

SAGA PERCY JACKSON Y LOS DIOSES DEL OLIMPO: EL ÚLTIMO OLÍMPICO (5/5)

Vuelvo a aclarar: voy a separar esta reseña en cuatro puntos: «de qué se trata», «opinión», «nota» y «conclusión». Sólo «opinión» tiene spoilers; el resto pueden leerlo sin problemas si no leyeron ya el libro. Están avisados!

GÉNERO: Fantasía, Aventuras.

AUTOR: Rick Riordan.

PERSONAJE FAVORITO: Percy, Nico, Hades.

PERSONAJE ODIADO: Hera.

DE QUÉ SE TRATA:
El tiempo ha llegado. Percy está a una semana de cumplir sus temidos 16 años y de completar la Gran Profecía que habla de que él determinará el destino del Olimpo, su salvación o su caída. La batalla final comienza: Nueva York y el destino de la humanidad están en juego y Cronos sólo puede ser detenido por el más inesperado héroe…

OPINIÓN:
Perfecto. Simplemente perfecto. La historia se desarrolla en un plazo de una semana y no te da tiempo a tomar un respiro. Es un libro que te da para que tengas, con acción, aventura, drama, pelea, risas y revelaciones sin descanso. No fui capaz de dejarlo.
Es, en definitiva, mi libro preferido de la saga. Son tres días de intensa lucha contra el ejército de Cronos y, entre las revelaciones y los diferentes focos de acción, uno no tiene un segundo para aburrirse. Creo que Riordan lo ha hecho bien en este libro para mantener nuestra atención y emoción por más de 200 páginas. Eso demuestra un gran talento.
Por otro lado, debo decir que me agrada que todos los personajes tuvieran su gran momento de esplendor y brillaron con luz propia. Me pareció que algunas situaciones se resolvían demasiado rápido o sin detenerse demasiado en ellas, como una muerte o una revelación, pero eso puede ser también porque estoy acostumbrada a leer libros de mujeres para mujeres, donde los sentimientos, situaciones románticas y descripciones suelen tener un papel preponderante. Pero esta es lectura de acción, escrita por un hombre con un personaje masculino que no tiene tiempo para detenerse en melodramas. Y, realmente, se aprecia. Es un gusto diferente de literatura. Yo, particularmente, prefiero el punto intermedio, pero me siento más cómoda con esta clase de escritura que con la de otras novelas YA que se detienen en cada melodrama estúpido que le sucede a la supuesta heroína, y al final del libro no pasó nada.
No es el caso de Percy Jackson. Acá pasa de todo. Uno tiene que apreciar la imaginación de Riordan por sobre todo y admirar su manera de asentar la mitología en las novelas y darles su propia vuelta de tuerca, como con personajes como Prometeo, Pandora y todo tipo de monstruos que me hubieran sido desconocidos de no haber leído PJ.  
La saga me recordó a Harry Potter en ciertos detalles (héroe modesto con alma de líder; chica inteligente y capaz; un medio para hacerse invisible –gorra o capa-; amigo medio cobarde que logra sacar su propio valor e importancia, no sólo como acompañante; etc.). Hay algunas malas voces que dicen que PJ debe su existencia a HP. Los fans de PJ dicen que Riordan tenía el primero libro desde antes que existiera HP, pero que su publicación fue posterior. Sea cual sea la verdad, no importa. PJ brilla con luz propia y, por más similitudes que haya, es una saga que vive por sobre sus expectativas. Y si Riordan sí se inspiró en HP, pues tomó una buena decisión, porque no sólo consideró a una gran saga para imitar, sino que le dio su toque propio, se separó de su predecesora y ofreció un universo conocido y a la vez rico por su propio valor.
También me recordó a mi querida saga Legados de Lorien por su constante acción sin derecho a respiro, lo que siempre es agradecido y parece ser un requisito de la literatura liderada por autores masculinos. Con esto, PJ me recuerda a dos de mis sagas más amadas y se gana un lugar muy importante en mi corazón.
Percy se define como el héroe perfecto. No porque todo lo pueda —aunque debo admitir que ahora, con la maldición de Aquiles en él, casi lo puede—, sino porque se equivoca, duda, no es una luz para comprender todo y necesita de sus amigos más de lo conveniente. Pero eso está bien. Porque un héroe real tiene facetas y pecados. Es una persona modesta que actúa con valor y por lo que es correcto, y eso lo vuelve un líder al que seguiría. Y me agrada que él no fuera el héroe de la profecía, porque eso saca un poco el reflector de él y lo deposita en alguien más, inesperado, y eso es una excelente artimaña del autor: que el héroe no lo pueda todo y que, al fin y al cabo, no sea el último héroe.
Las chicas se portan de mil maravillas. Admiro el status en el que los autores masculinos elevan a las mujeres. A decir verdad, en las novelas que mayoritariamente vi a la mujer rebajada y denigrada fue en novelas de autoras mujeres, lo cual es irónico. Hasta ahora, todos los hombres que he leído —Pittacus Lore con Legados de Lorien, George R. R. Martin con Juego de Tronos, Orson Scott Card con El Juego de Ender y Dan Wells con Parciales— ponen a la mujer en un status de guerrera invencible que a veces supera a sus propios compañeros masculinos. Eso es una sorpresa y un halago, porque las mujeres pueden ser heroínas e ir a la guerra tan bien como sus compañeros y su sexo no las detiene. Pues Riordan demuestra eso con Annabeth, Thalia, Clarisse y muchas otras, incluso Silena, y es un orgullo ver que un hombre reconozca que una chica que se pinta las uñas también puede pelear y ser valiente cuando es necesario.
Grover y Tyson aquí superan mis expectativas y se ganan merecidos títulos y alabanzas, no como acompañantes de Percy sino como guerreros de su propia valía. Bien por estos sidekick que tienen carácter por sí mismos.
Es libro está bien redactado, es atrapante y gracioso —no podía parar de reírme con un millón de pensamientos de Percy o situaciones (Dionisio llamando a Percy “Pedro” fue una de ellas)— y ata muchos cabos sueltos. Pero, lo más importante, no tiene un final súper rosa: muchos han muerto, una nueva y terrorífica profecía es pronunciada e incluso Hermes admite que el mantener la palabra y ser fieles a sus juramentos no es una de las virtudes más grandes de los dioses olímpicos. Percy, ¡ahí estarás tú para hacerlos cumplir!
Sólo agregaré que Nico y su padre Hades realmente me conmovieron. Hades, así como en la película Hércules de Disney, se consolidó como mi dios olímpico preferido y Nico como mi semidios preferido junto con Percy. Su manera de pelear con los muertos, todo el conocimiento que ha adquirido y su manera de plantarle cara a su padre es admirable. ¡Brindo por el príncipe de los muertos!





CONCLUSIÓN:
Gracias al cielo, aún me queda mucho más Percy Jackson por leer en la próxima saga de Riordan, Héroes del Olimpo, y más increíbles semidioses que conocer. Gracias, Riordan, por tu magnífico trabajo, por agregar otra colección a la lista de mis preferidas y de las que pienso tener en mi biblioteca. Y gracias también por enseñarme mitología griega. Pronto (muy pronto) nos volveremos a ver en Los Héroes del Olimpo.

YO…
LEERÉ EL SIGUIENTE?: Sí, si contamos los Héroes del Olimpo.
LO COMPRARÉ?: Sí, ahora sé que sí.
LO RE-LEERÉ?: Sí, dentro de un tiempo, con todo el trabajo de Riordan finalizado.
LO QUEMARÉ?: Nunca.
LO EXORCISARÉ?: Nunca.
RENOMBRADO COMO: Las profecías apestan/No la última gran profecía.

TE GUSTARÁ SI LEISTE: Harry Potter.  

1 comentario:

  1. Primero que nada, una corrección. Es sidekick, no sick-kick.

    Ahora lo principal. Si conocieras más de mitología griega y de la cultura de la Grecia antigua, te darías cuenta que el estilo no tiene nada que ver con HP y eso es una burrada por parte de ignorantes energúmenos. Lo único que tienen en común Riordan y Rowling es una cosa: pedagogía. Ambos son docentes, por ende saben narrar de forma didáctica. Rowling tomó mitologías y folklore de todos lados para armar su mundo y la historia del camino del héroe como base de argumento, que es la más vieja del mundo y por eso sirve tanto. Riordan tomó la forma de narrativa de tragedia y comedia griega y la adaptó a la modernidad, cosa que se puede porque esta cultura sigue siendo la del Partenón. Como creo que te darás cuenta, si la literatura clásica romance más antigua que tenemos la da Homero, eso significa que ambos sacaron la base de la historia de la misma cultura: la cultura clásica europea. Los que digan que es imitación es porque jamás en su vida leyeron clásicos antiguos y no tienen la menor idea de lo que es la cultura ni la literatura y menos aún los tipos literarios o las ideas en general. Todos son mitologías antiguas, por ende todas ya existían hace miles de años y durante toda su existencia se repitieron constantemente para poder formar la mentalidad actual. Sólo porque ahora todos los libros son fotocopias masivas unos de otros se nota la burda imitación de la antigüedad. Pero para eso tendrían que saber que existe algo antes de 1990 dC.

    Como ya te había contado, el hijo de Riordan sufre de adhd y dislexia, al igual que Percy, por lo cual de chico no podía leer casi nada. Su padre le contaba las historias mitológicas griegas, y cuando se quedó sin repertorio, el hijo le pidió que inventara nuevas. Así fue como nació Percy Jackson. Fue el hijo quien le insistió a su padre de que publicara esa historia para otros chicos, así que a él es a quien echarle la culpa por tener estas sagas. Riordan las escribió especialmente para chicos con problemas como su hijo (ahora es mayor de edad, y con mucha lucha logró superar sus dificultades y se convirtió en ávido lector y escritor) y sus alumnos, por esta razón es que llaman tanto a la imaginación infantil sin burlarse ni menospreciarlos, porque él cree que son tan inteligentes como cualquiera y pueden tener las mismas oportundades que el resto. Además, los griegos tenían mitos para cualquier tipo de dificultades que se puedan presentar en la vida.

    Es penoso que la escritura femenina haya degradado en melodramas histéricos sin sentido y sin base en lugar de formar una historia completa de una persona desde una perspectiva emocional pero también mental para hacerla persona compleja con experiencias de evolución, no de involución, y que los hombres estén siendo los que en verdad consideran a la mujer como un ser completo y no solamente como sus sentimientos románticos. Aunque conozco autores que rebajan a la mujer tanto como las mujeres escritoras de histeriqueos, como ser Dashner, autor de Maze Runner. Ese es un ejemplo del por qué existen las autoras hembristas.

    Por cierto, tendrías que agregar una etiqueta de mitología. La vas a necesitar con este autor.

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