martes, 27 de septiembre de 2016

THE DUFF

Vuelvo a aclarar: voy a separar esta reseña en cuatro puntos: «de qué se trata», «opinión», «nota» y «conclusión». Sólo «opinión» tiene spoilers; el resto pueden leerlo sin problemas si no leyeron ya el libro. Están avisados!

GÉNERO: Romance.

AUTOR: Kody Keplinger.

PERSONAJE FAVORITO: Casey, Toby.

PERSONAJE ODIADO: Wesley.

DE QUÉ SE TRATA:
Según Wesley Rush, Bianca es la DUFF, es decir, la amiga fea y gorda que sólo existe para hacer quedar bien a las otras. Bianca lo odia no sólo por esto, sino porque es un arrogante mujeriego.
Sin embargo, cuando la vida de Bianca comienza a colapsarse, hallará en Wesley una distracción y, tal vez, un refugio…

OPINIÓN:
Como en todo libro romántico adolescente, la dinámica de los personajes es vital. No sólo por la química y la manera en la que se complementan, sino también por cómo se tratan el uno al otro. Ahora bien, desde el principio se nos presenta a Wesley como a un mujeriego y un arrogante rico descarado. Obviamente, la protagonista lo odia. Podemos entenderlo y, es más, ansiamos ver cómo se desarrollara este amor. ¿Qué podemos decir? Es uno de esos placeres culposos el disfrutar de esas relaciones amor-odio entre los protagonistas y ver su evolución…
Sin embargo, pasaré a explicar por qué, a pesar de que The DUFF tiene los ingredientes correctos, no los lleva a buen puerto. En primera instancia, el error mayúsculo es Wesley. La autora quiere hacerlo perfecto (perfecto besador, en la cama, en los videojuegos y una centena de infinitos etcéteras) y ese es un grave error. Nadie puede ser perfecto en todo y no debería serlo. Eso pone un nivel de expectativa en las mujeres hacia los hombres y en los hombres sobre sí mismos que podría torturar psicológicamente a cualquiera. ¿Por qué siempre tiene que ser el mejor en todo? ¿El más atractivo del colegio? ¿El más alto? No es una competencia. Alguien puede no ser el mejor ni el chico más lindo y aún así ser querido, deseado, venerado… No entiendo esta manera de volver al interés romántico de la protagonista un Adonis perfecto que es imposible que exista. Y, claro, que sea justo él quien se junte con la chica más “fea” del colegio parece el típico cliché moderno. En los clásicos teníamos al chico rico que venía a salvar a la chica pobre de la miseria. Ahora, el chico de la belleza de Narciso viene a rescatar a la fea/gorda/solitaria/tímida/retraída/etc de su inevitable destino como la perdedora máxima del universo.
No sólo eso, sino que también es el que toda chica sueña y quiere. Ninguna chica se atrevería a perderse ese manjar porque, según Wesley, todas las chicas quieren un pedazo de él. O sea, ¿por qué? ¿Su belleza? ¿Su dinero? ¿Acaso son las adolescentes de hoy  meras descerebradas superficiales? Al menos así es como las dejan ver en la literatura YA últimamente. No hay nada increíble acerca de Wesley. Lo único que se resalta de él en todo el libro es que es hermoso y es bueno en el sexo. Todas las cosas que podrían causar ternura o simpatía hacia un muchacho, las tiene el otro interés romántico de la protagonista: Toby. Wesley sólo se la pasa admirándose a sí mismo y llamando a Bianca DUFF, como un recordatorio constante de lo que quieren decir esas siglas.
Por otro lado, es asquerosamente engreído. Que por favor alguien le dé un buen coscorrón en la cabeza a este patán y varias cuotas de humildad. No para de siempre hablar de sí mismo como lo más maravilloso que ha existido sobre la faz del planeta. Aggg! En serio, no. Si yo me cruzará a alguien así, la única manera por la que seguiría en contacto con esa persona es para demostrarle, en una especie de meta personal, cuan equivocado está. Las dosis de narcisismo en Wesley asquean hasta el punto de volverlo lo contrario a atractivo.
Otro cliché de los libros juveniles modernos es ponerle un pasado oscuro y misterioso al personaje masculino. Porque todos tienen que tener una gran tragedia en sus vidas para ser interesantes, o para que la protagonista sea la salvadora del día al rescatarlo de su muy encubierta soledad, tapada por capas y capas de sexo, narcisismo y dinero. Claramente, Wesley no podía romper el estereotipo y su gran pasado reside en el abandono de sus padres, constantemente viajando, y su muy estricta abuela. Sé cómo esto puede afectar a un adolescente, pero no se siente como oscuro y misterioso. Sólo un poco triste y hasta dramático.
El segundo error de Keplinger es Bianca, la protagonista, lo cual hace que, si la pareja principal es el mayor problema que tiene el libro, este a duras penas pueda ser bueno. Porque Bianca es una cobarde y negadora. No quiero herir las susceptibilidades de aquellos que leyeron el libro y lo disfrutaron, pero enfrenten la realidad: Bianca pasa 99% del libro huyendo de sus problemas en vez de enfrentarlos (y cuando cree que los está confrontando, en realidad está huyendo de otra manera) y constantemente niega la realidad. Lamentablemente, esto, sumado a su constante dependencia sexual de Wesley para “no sentir nada”, no la hacen el mejor ejemplo a seguir.
¿Por qué recalco constantemente en cada reseña esto de que los protagonistas sean un ejemplo a seguir? Es un libro, su misión es entretener. Errado. Esa es parte de su misión; la otra parte es dejarnos algo, un sentimiento, una enseñanza, un aprendizaje o una moraleja. Algo que se relacione con nuestra vida diaria y nos permita identificarnos, enfrentar nuestros miedos y crecer. Eso es lo que un buen libro busca hacer aparte de entretener.
Sin embargo, Bianca lamentablemente no es el caso. Presentada al principio como un buen personaje cínico y sincero, se convierte en una mentirosa que guarda secretos de sus mejores amigas, las excluye de su vida para recurrir a sus citas de “sexo”, rechaza ayudar a su padre en su peor momento y perdona a una madre que la abandonó con demasiada facilidad para la clase de daño que causó. Bianca esconde sus inseguridades tras un muro y, aunque eso es verosímil (todos lo hacemos), lo que ella consigue es sólo su satisfacción personal. Su egoísmo supera su interés y amor por otras personas y eso la vuelve, bajo mi mirada, una chica a la que no me gustaría parecerme. Es, por ello, que a pesar de ser un personaje realista, no podría nunca tomarse como ejemplo y temo por las jóvenes lectoras que la vean como apoyo.






CONCLUSIÓN:
Lectura rápida y sencilla, entretiene pero falla en educar al comportamiento debido. Puede ser sin problemas un placer culposo, pero nunca una guía de la vida.

YO…
LEERÉ EL SIGUIENTE?: -
LO COMPRARÉ?: No.
LO RE-LEERÉ?: No.
LO QUEMARÉ?: No.
LO EXORCISARÉ?: Extremadamente necesario.
RENOMBRADO COMO: La DEIA (distraída, egoísta, insegura amiga).

TE GUSTARÁ SI LEISTE: Cualquier libro en donde la fea que no es tan fea termina con el chico lindo y rico. 

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